La zona de la avenida de Severo Ochoa y la calle de Luarca, en el barrio de Pubilla Casas, son objeto de una especial atención de vigilancia por parte del Ayuntamiento con el fin de garantizar el buen uso del espacio público, a raíz de las quejas vecinales recibidas por las molestias que provocan algunos establecimientos del entorno.

Patrullas de la Guardia Urbana realizan diariamente diversas actuaciones de vigilancia en la zona. El año pasado hicieron 476 servicios y actuaron principalmente en casos relacionados con consumo de alcohol en la vía pública, volumen excesivo de aparatos de música y juegos de pelota en la calle.

La policía local inspeccionó trece establecimientos de la avenida de Severo Ochoa y la calle de Luarca y levantó ocho actas por infracciones: en bares, por ocupación irregular de la vía pública, a causa del exceso de veladores; y a tiendas, por la instalación no autorizada de cajas de alimentos en la calle.

Por su parte, la Unidad de Convivencia y Civismo recibió el año pasado 159 quejas de vecinos de la zona, la mayoría relacionadas con molestias por ruidos y actos de incivismo en la calle. Así, la actuación del Ayuntamiento tiene por objetivo velar por el cumplido del horario de cierre de los locales, controlar las molestias producidas por los clientes de los bares en el espacio público y vigilar el uso de las fuentes acústicas de los establecimientos.

Como consecuencia de las inspecciones realizadas, se impuso un cierre de tres meses en un bar de la avenida de Severo Ochoa, por incumplimiento de horarios; dos locales más de la misma avenida han sido sancionados con multas de 1.400 y 1.200 euros, y otros dos tienen abiertos expedientes sancionadores.

También en la calle de Luarca un bar tiene abierto un expediente sancionador de 6.000 euros y orden de cierre de seis meses por reiteración de incumplimiento de horarios y uso indebido de fuentes acústicas. Y se ordenó la limitación de horarios -según la normativa vigente desde 2017- a un establecimiento de la calle de los Naranjos, como al resto de bares de la zona de peatones de la avenida de Severo Ochoa.

Otra de las medidas adoptadas por el Ayuntamiento ha sido, a petición de los vecinos, la retirada del parque infantil que estaba ubicado a la confluencia de la avenida de Severo Ochoa y la calle de Luarca, y las vallas que delimitaban la zona ajardinada, lugar de encuentro de muchas personas por la noche que provocaban molestias y ruidos.